lunes, 5 de marzo de 2018

Canción del ruiseñor

Doña Francisquita
Autor: Amadeo Vives
Canción del ruiseñor
Francisquita - Os divierten los cuentos?
¿Lo queréis escuchar?
Era una rosa que en un jardín
languidecía de casto amor
por un ruiseñor,
mientras un zángano zumbador,
a enamorarla desde el panal
todas las tardes venía al rosal.
Y, al ver la rosa que el ruiseñor
amor sentía por otra flor,
al zángano infeliz, cuando venía,
la rosa decía:
ese ruiseñor
soberbio y cantarín,
cuando tú no estás,
señor, en el jardín
viene a mi rosal y en esta rama
me dice que me ama.
Y, aunque creo yo,
creo yo que con su pico miente,
jamás, jamás cantó
un trino ni un gorjeo tan valiente.
¡Ah! ¡Ah!, etc.
Fernando: ¿Y después, y después que pasó?
CardonaEso mismo digo yo.
Francisquita: Que el pobre zángano, más infeliz,
aunque más viejo que aquella flor,
llamó al ruiseñor,
para quejarse de su actitud
y amenazarle con su aguijón,
si no sabía callar su pasión.
Desde el día aquel, supo el ruiseñor
de la rosa ser tierno trovador,
y enfrente del rosal, desde aquel día,
el pájaro decía…
Fernando: Este ruiseñor,
este ruiseñor
prendado está de ti.
Francisquita: ¿Cómo pudo ser,
cómo pudo ser,
si nunca vino aquí?
Fernando: Vine a tu rosal
y en esta rama
te dice que te ama.
Francisquita: Me dice que me ama.
Fernando: Te dice que te ama.
Francisquita: Y, aunque creo yo,
creo yo que con su pico miente,
jamás, jamás cantó
un trino ni un gorjeo tan valiente.
¡Ah! ¡Ah! Etc.
Canta: Ana María Olaria, Alfredo Kraus




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