Campos, Luisa. Madrid, 1864; Barcelona, 1946. Tiple cómica. Hija de Adela Campos, bailarina bolera, fue una de las figuras más representativas de la historia del género chico junto a Isabel Brú, Leocadia e Irene Alba y Joaquina Pino. Su nombre aparece habitualmente en los años ochenta ligado a los espectáculos por secciones del teatro Variedades y en el teatro Felipe: "Comencé mi carrera en Variedades con Lucía Pastor, las Albas y los Mesejos; y cuando este teatro se quemó, pasé con la misma compañía al Martín, donde por primera vez desempeñé papeles de tiple".
En 1888 se estableció en el Apolo y vivió la década prodigiosa del género chico. Actuó en los teatros Eslava, Martín, Alhambra, Felipe, entre otros. Era una mujer de gran belleza, alguien dijo que sus pantorrillas fueron "las columnas sustentadoras del Apolo durante bastantes años" y que merecían un monumento.
El baile fue una de sus especialidades, inmortalizó por ejemplo las guajiras de La Revoltosa. En 1891 alcanzó un enorme éxito con la obra de Miguel Marqués El monaguillo, lo que la convirtió entonces en la heredera del "cetro cómico-lírico" que portaba la célebre Lucía Pastor, retirada del teatro después de contraer matrimonio con Emilio Sánchez Pastor. En ella interpretaba a un muchacho madrileño y chulo, como los que haría con gran acierto Loreto Prado, y según Deleito y Piñuela, "fue aquella la más feliz creación de toda su historia artística, la que la consagró como primerísima figura en su género".
Hizo posteriormente otros papeles magistrales como Candidita en el Teatro Apolo en 1893, donde personificó tres personajes distintos. Pero su fama llegó as la cumbre en el papel de Susana en el estreno de La verbena de la Paloma, Apolo 1894, donde con su "juventud, belleza, garbo, chulería y desenvoltura" dejó marcado para la historia el papel.
Hasta mediados de los 90, época dorada del género chico, fué la figura femenina central del Apolo.
Su fama se hizo tan popular que una obra de género chico llevaba su nombre, Miss Luisa Campos. Estrenó La Revoltosa, en el papel de Soledad, y más de un centenar de obras.
(Diccionario de la Zarzuela)
En 1888 se estableció en el Apolo y vivió la década prodigiosa del género chico. Actuó en los teatros Eslava, Martín, Alhambra, Felipe, entre otros. Era una mujer de gran belleza, alguien dijo que sus pantorrillas fueron "las columnas sustentadoras del Apolo durante bastantes años" y que merecían un monumento.
El baile fue una de sus especialidades, inmortalizó por ejemplo las guajiras de La Revoltosa. En 1891 alcanzó un enorme éxito con la obra de Miguel Marqués El monaguillo, lo que la convirtió entonces en la heredera del "cetro cómico-lírico" que portaba la célebre Lucía Pastor, retirada del teatro después de contraer matrimonio con Emilio Sánchez Pastor. En ella interpretaba a un muchacho madrileño y chulo, como los que haría con gran acierto Loreto Prado, y según Deleito y Piñuela, "fue aquella la más feliz creación de toda su historia artística, la que la consagró como primerísima figura en su género".
Hizo posteriormente otros papeles magistrales como Candidita en el Teatro Apolo en 1893, donde personificó tres personajes distintos. Pero su fama llegó as la cumbre en el papel de Susana en el estreno de La verbena de la Paloma, Apolo 1894, donde con su "juventud, belleza, garbo, chulería y desenvoltura" dejó marcado para la historia el papel.
Hasta mediados de los 90, época dorada del género chico, fué la figura femenina central del Apolo.
Su fama se hizo tan popular que una obra de género chico llevaba su nombre, Miss Luisa Campos. Estrenó La Revoltosa, en el papel de Soledad, y más de un centenar de obras.
(Diccionario de la Zarzuela)
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