Nace Pablo Luna en Alhama de Aragón, el 21 de Mayo de 1879, inicia sus estudios musicales en Zaragoza y pronto destaca como violinista y director de orquesta. Gracias a Chapí obtuvo un puesto de director suplente en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, donde se familiarizó con la mayoría de las zarzuelas del repertorio de aquel tiempo, lo que le llevó a intentar abrirse camino con sus propias obras.
Su primera obra en este género fue Lolilla, la Petenera (1903), pero su primer éxito verdadero no llegó hasta cinco años más tarde, cuando estrenó Musetta en Madrid.
Su triunfo definitivo y el que supuso su consagración fue Molinos de viento, estrenada en el Teatro Cervantes de Sevilla en 1910 y representada también poco después en el Eslava de Madrid
Obras posteriores de Luna fueron, entre otras de menor éxito, Los cadetes de la reina (1913), El asombro de Damasco (1916) y El niño judío (1918).
Su carrera continuó con Los calabreses (1918), Benamor (1923), La pastorela (1926), La manola del Portillo, La pícara molinera y La chula de Pontevedra, estrenadas las tres en 1928.
En la década de 1930 su producción tuvo menos hondura, aunque destacó algún título como La moza vieja (1931).
La Guerra Civil de 1936-39 supuso la continuación de este bache, pero al terminar la contienda Luna se presentó de nuevo en la palestra con nuevos ánimos y un título de éxito: Las calatravas (1941).
Una dolencia rápida le causó la muerte en Madrid, el 28 de Enero de 1942
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