Guetaria (Guipúzcoa), 28-11-1918; México, 28-VIII-1994. Soprano. Hija de un organista de iglesia aficionado a la zarzuela y profesor de piano, inició sus estudios musicales en San Sebastián con su padre, que reconociendo sus posibilidades vocales la matriculó en el Conservatorio de la ciudad, donde fue discípula de Gabriel Olaizola. Comenzó a cantar en diversos orfeones como el Abesbatza, Eresoinka e incluso el Orfeón Donostiarra, actuando tanto en España como en el extranjero, en ocasiones como solista. Se trasladó a París, donde recibió las enseñanzas de Madame Babaya. A su vuelta a España, debutó en el Liceo, del que poco después recibió una oferta, rechazándola a causa de su predilección por la zarzuela; aceptó en cambio un contrato para una temporada en Zaragoza, contratada por Manuel Merino. Pepita Embil vivió los mejores años de la zarzuela de la postguerra, trasladándose a Madrid una vez terminada la guerra. Entre 1940 y 1945 fue primera soprano de la Compañía Lírica del teatro Calderón. Estrenó con Antonio Medio como barítono, Black el payaso y Don Monolito de Sorozábal. En 1943 la Compañía Lírica del Teatro Calderón se denominó también Compañía de Pepita Embil y Antonio Medio y estrenó dos de los mayores éxitos del año, ambos en el teatro Coliseum de Madrid,
Loza lozana de Jacinto Guerrero el 2 de septiembre y En el balcón de palacio de Jesús Romo, el 3 de noviembre. En ambos casos la crítica destacó su actuación.
El 22 de mayo de 1945 estrenó Tiene razón don Sebastián.
A partir de su matrimonio con Plácido Domingo Ferrer en 1940, estrenó Sor Navarra de Moreno Torroba y muchas otras obras en la compañía Ases Líricos. Establecida en México con su familia, su trabajo en ese país se inició en el compañía de Zarzuela Española Moreno Torroba en el teatro Arbeu interpretando la Caramba y La Chulapona. Esta obra siguió en cartel en febrero, junto a El barberillo de Lavapiés y Marina; en marzo interpretaron La ilustre moza y Maravilla, obra que siguió en cartel en abril. En mayo la programación de la compañía consistió en Monte Carmelo, La verbena de la Paloma, La revoltosa, La Dolorosa, La alegría de la huerta, Los claveles y Los gavilanes; en junio La rosa del azafrán, La parranda, La del Soto del Parral, La chulapona y La Caramba; en julio, Los laureles, Luisa Fernanda, La del manojo de rosas, Xuanón, El caserío y El cantar del arriero; en agosto La boda del señor Bringas o Si te casas la pringas, Maravilla, Polonesa, Doña Francisquita y Me llaman la presumida; en septiembre, Marina, La viuda alegre, La tabernera del puerto, La verbena de la Paloma y El orgullo de Jalisco, que siguió en cartel en octubre junto a La tabernera del puerto y Marina.
La compañía de Moreno Torroba realizó una gran labor por la difusión de la zarzuela en esta temporada, pues no sólo puso en escena las obras de los más destacados autores del género chico y de la zarzuela grande. La temporada terminó en octubre con La corte de Faraón, La reina mora, En el balcón de palacio, La tabernera del puerto, Marina y La del Soto del Parral.
En junio de 1948 Pepita formó su propia compañía de nuevo en el Arbeu donde reapareció en julio de 1949 con La Chulapona. En meses sucesivos fue poniendo en escena las obras que había cantado con la compañía de Moreno Torroba y algunas otras como Me llaman la presumida, La tempestad, Agua, azucarillos y aguardiente, La viejecita, La fiesta de San Antón, Gigantes y cabezudos y Doña Francisquita. En enero de 1950 reapareció con su compañía transformada en Compañía de Opereta y Zarzuela alternado las zarzuelas como Luisa Fernanda o Los gavilanes con operetas vienesas como El conde de Luxemburgo, La princesa del dólar o La viuda alegre. No hay noticias de ella hasta julio de 1951 en que su compañía actuó en el teatro Colón de México. En agosto del mismo año se asoció con la cubana Rosita Fornés, cuya compañía había actuado también durante estos años en diversos teatros mexicanos y comenzaron a anunciarse como Compañía de Opereta y Zarzuela Pepita Embil-Rosita Fornés,
si bien no volvieron a actuar hasta noviembre y entonces la compañía fue sólo de Rosita Fornés, actuando en el teatro Lírico. Pepita Embil apareció de nuevo en septiembre de 1952 en el Arbeu hasta noviembre del mismo año. En 1953 se reencontró con Antonio Medio en México actuando en El Torreón e hicieron giras con una compañía de zarzuela. En 1954, durante los meses de abril y mayo, se asoció con Marianela Barandalla en el teatro Cervantes interpretando operetas. En 1957 reapareció en el teatro Ideal, alternando de nuevo zarzuela y opereta durante dos meses, marzo y abril. En octubre de 1958 actuó en el teatro Jorge Negrete con La viuda alegre y reapareció en 1960 -febrero-mayo-con su compañía en el teatro Ideal alternando zarzuela y opereta, lo que repitió al año siguiente en el teatro Esperanza Iris en abril y mayo.
En 1966 regresó junto a su marido a España para realizar una gira y de vuelta a América emprendieron otra por Costa Rica, Perú y Venezuela, siempre con gran éxito. Su despedida de la escena tuvo lugar en 1974 con una Doña Francisquita memorable, cantada en el Liceo de Barcelona, junto a su marido y dirigida por su hijo Plácido. En 1988 se le rindió un homenaje en el teatro de la Zarzuela, con la representación de La chulapona y unos versos, escritos por el director musical del citado teatro, Miguel Roa, fueron recitados por Rafael Castejón.
Sus éxitos en México la llevaron a ser considerada una de las mejores voces del género, dedicándose no sólo a la zarzuela sino a dar recitales, alguno de ellos acompañado al piano por su hijo Plácido. Fue conocida en México como la "Reina de la zarzuela", máxime con la gran difusión que obtuvieron sus grabaciones emitidas por el Canal II de la televisión mexicana. Para Antonio Fernández-Cid era Pepita Embil "una cantante de voz cálida y dulce, soprano spinto con calidades acontraltadas en el timbre, sobresaliente en el dúo de Black el Payaso"
Loza lozana de Jacinto Guerrero el 2 de septiembre y En el balcón de palacio de Jesús Romo, el 3 de noviembre. En ambos casos la crítica destacó su actuación.
El 22 de mayo de 1945 estrenó Tiene razón don Sebastián.
A partir de su matrimonio con Plácido Domingo Ferrer en 1940, estrenó Sor Navarra de Moreno Torroba y muchas otras obras en la compañía Ases Líricos. Establecida en México con su familia, su trabajo en ese país se inició en el compañía de Zarzuela Española Moreno Torroba en el teatro Arbeu interpretando la Caramba y La Chulapona. Esta obra siguió en cartel en febrero, junto a El barberillo de Lavapiés y Marina; en marzo interpretaron La ilustre moza y Maravilla, obra que siguió en cartel en abril. En mayo la programación de la compañía consistió en Monte Carmelo, La verbena de la Paloma, La revoltosa, La Dolorosa, La alegría de la huerta, Los claveles y Los gavilanes; en junio La rosa del azafrán, La parranda, La del Soto del Parral, La chulapona y La Caramba; en julio, Los laureles, Luisa Fernanda, La del manojo de rosas, Xuanón, El caserío y El cantar del arriero; en agosto La boda del señor Bringas o Si te casas la pringas, Maravilla, Polonesa, Doña Francisquita y Me llaman la presumida; en septiembre, Marina, La viuda alegre, La tabernera del puerto, La verbena de la Paloma y El orgullo de Jalisco, que siguió en cartel en octubre junto a La tabernera del puerto y Marina.
La compañía de Moreno Torroba realizó una gran labor por la difusión de la zarzuela en esta temporada, pues no sólo puso en escena las obras de los más destacados autores del género chico y de la zarzuela grande. La temporada terminó en octubre con La corte de Faraón, La reina mora, En el balcón de palacio, La tabernera del puerto, Marina y La del Soto del Parral.
En junio de 1948 Pepita formó su propia compañía de nuevo en el Arbeu donde reapareció en julio de 1949 con La Chulapona. En meses sucesivos fue poniendo en escena las obras que había cantado con la compañía de Moreno Torroba y algunas otras como Me llaman la presumida, La tempestad, Agua, azucarillos y aguardiente, La viejecita, La fiesta de San Antón, Gigantes y cabezudos y Doña Francisquita. En enero de 1950 reapareció con su compañía transformada en Compañía de Opereta y Zarzuela alternado las zarzuelas como Luisa Fernanda o Los gavilanes con operetas vienesas como El conde de Luxemburgo, La princesa del dólar o La viuda alegre. No hay noticias de ella hasta julio de 1951 en que su compañía actuó en el teatro Colón de México. En agosto del mismo año se asoció con la cubana Rosita Fornés, cuya compañía había actuado también durante estos años en diversos teatros mexicanos y comenzaron a anunciarse como Compañía de Opereta y Zarzuela Pepita Embil-Rosita Fornés,
si bien no volvieron a actuar hasta noviembre y entonces la compañía fue sólo de Rosita Fornés, actuando en el teatro Lírico. Pepita Embil apareció de nuevo en septiembre de 1952 en el Arbeu hasta noviembre del mismo año. En 1953 se reencontró con Antonio Medio en México actuando en El Torreón e hicieron giras con una compañía de zarzuela. En 1954, durante los meses de abril y mayo, se asoció con Marianela Barandalla en el teatro Cervantes interpretando operetas. En 1957 reapareció en el teatro Ideal, alternando de nuevo zarzuela y opereta durante dos meses, marzo y abril. En octubre de 1958 actuó en el teatro Jorge Negrete con La viuda alegre y reapareció en 1960 -febrero-mayo-con su compañía en el teatro Ideal alternando zarzuela y opereta, lo que repitió al año siguiente en el teatro Esperanza Iris en abril y mayo.
En 1966 regresó junto a su marido a España para realizar una gira y de vuelta a América emprendieron otra por Costa Rica, Perú y Venezuela, siempre con gran éxito. Su despedida de la escena tuvo lugar en 1974 con una Doña Francisquita memorable, cantada en el Liceo de Barcelona, junto a su marido y dirigida por su hijo Plácido. En 1988 se le rindió un homenaje en el teatro de la Zarzuela, con la representación de La chulapona y unos versos, escritos por el director musical del citado teatro, Miguel Roa, fueron recitados por Rafael Castejón.
Sus éxitos en México la llevaron a ser considerada una de las mejores voces del género, dedicándose no sólo a la zarzuela sino a dar recitales, alguno de ellos acompañado al piano por su hijo Plácido. Fue conocida en México como la "Reina de la zarzuela", máxime con la gran difusión que obtuvieron sus grabaciones emitidas por el Canal II de la televisión mexicana. Para Antonio Fernández-Cid era Pepita Embil "una cantante de voz cálida y dulce, soprano spinto con calidades acontraltadas en el timbre, sobresaliente en el dúo de Black el Payaso"
(Diccionario de la zarzuela)
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