viernes, 2 de junio de 2017

Emilio Carreras


Emilio Carreras, Madrid, 4-XII-1858; Madrid, X-1916. Tenor cómico. Fue uno de los más destacados intérpretes del género chico junto con los Mesejo y como ellos, una de las figuras del teatro Apolo.
Trabajó como obrero y dependiente en un comercio hasta que se inició en el mundo del teatro donde le acompañó el éxito desde el comienzo de su carrera. Comenzó en el teatro Maravillas con éxito, pasando después al Eslava donde el 19 de octubre de 1888 se consagró definitivamente con
El gorro frigio. Interpretó los personajes del Conspirador y el Manitas; este último fue una de las mejores creaciones de Carreras y confirmó su talento. En este personaje introdujo un cambio en la forma de vestir los chulos: hasta entonces lo hacían con chaquetilla corta y gorra alta; Carreras usó americana y hongo - que era el traje usual entonces del obrero medio - consiguiendo una caracterización nueva. 
En 1876 se inició en el Apolo; Matilde Muñoz dice que "nombrar a Carreras es tanto como nombrar la historia del género chico y la de los más deslumbrantes tiempos del teatro Apolo. Él fue el forjador de los mayores triunfos; para él se creó un teatro especial, la verdadera 'tragicomedia', el héroe de cuyas desgracias se sacan elementos de risa de los demás... fue aquel Terrible Pérez, aquel Pobre Valbuena, aquel Pollo Tejada inolvidables; el precursor de la fuerza expresiva del cine mudo en la maravillosa escena mímica de El perro chico. Sólo un parangón cabe poner al arte de Carreras, salvando distancias y üempos: el arte de Charlot".
Representó papeles inolvidables, comenzando por la obra
Las doce y media y sereno de Chapí, uno de los mayores éxitos de su vida; también fue protagonista de La revoltosa, El pobre Valbuena, El perro chico y Tannhauser el estanquero. En 1890 por disensiones con los empresarios Arregui y Aruej del Apolo, dejó de pertenecer a la compañía a la que volvió en 1897 con la zarzuela El primer reserva de Torregrosa y Valverde. Por entonces estrenó Para hombres solos de Chapí en el teatro Eslava, 1890; Tannhauser el estanquero de Giménez, Apolo, 1890; El botón de muestra de Valverde, Tívoli, 1892; ¡Simón es un lila! de Arnedo, Eslava, 1897; El cocinero de S. M. de Valverde, Eldorado, 1897; La buenaventura de Vives, Apolo, 1901; El siglo XIX de Montesinos, Apolo, 1901; Jaque a la reina de Montero, Apolo, 1901; El mal de amores de Serrano, Apolo, 1905; Los bárbaros del norte de Chapí, Apolo, 1906.
Todavía en la primera década del siglo XX tuvo éxitos rotundos con
El pollo Tejada de Valverde y Serrano. Seguía siendo aún entonces el actor cómico más celebrado de manera que todavía encabezaba la compañía del Apolo en la temporada 1904-05. En 1908 se despidió con el pretexto de hacer una gira por América, pero en realidad fue para restablecerse, aunque aún cantaba en 1912, ya que la prensa recoge un incidente que le dejó sin voz durante una representación y su posterior recuperación. Murió todavía joven, afectado por una enfermedad mental.
El éxito de Carreras se debe a sus enormes dotes de actor cómico - considerado por muchos el mejor de todos los tiempos - y su capacidad para representar los personajes más variados del género chico, de forma que su imagen está unida a gran parte de estos personajes y a una gran parte de las obras del XIX que estrenó. José Deleito señala sobre Carreras que "su especialidad eran los tipos de hombre indeciso, asustado por situaciones difíciles".

(Diccionario de la Zarzuela)

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